viernes, abril 01, 2005

Filosofía: La muerte de Jacques Derrida.

La muerte de un gran pensador: Jacques Derrida.

A sus 74 años, nuestros 74 años, murió el filósofo Jacques Derrida, dejando una herencia poderosa, imprescindible y un lugar que nadie podrá ocupar del mismo modo.

Su muerte ocurrió el pasado viernes 8 de octubre de 2004 en un hospital de París a causa del cancér pancreático que lo aquejaba desde años atrás y el que lo mantuvo desde el verano del 2003 algo apartado del medio intelectual al cual fustigaba y enriquecía.

Su obra es extensa, el legado de una vida entregada a la filosofía, la escritura, el arte, la lengua francesa, la sociedad, la lucha política, la arquitectura... Un hombre que penso su tiempo en contra de lo convencional, de lo establecido. Su itinerario como pensador es un diálogo abierto y sin fin, sin concesión frente a la "metafísica occidental" de la cual nunca dejo de re-interrogar y re-plantear sus conceptos y sus ideas.

Así de fuertes también fueron sus críticos, entre los cuales sobresalían -sobresaliamos- sus seguidores, que teníamos y no teníamos razón sobre sus posturas y su trabajo, porque ninguna filosofía es perfecta, pero incluso en esos terrenos de la confrontación Derrida sabía dejarse interrogar por sus críticos y a un por sí mismo. Un diálogo sin fin les digo era su esencia.

Su aportación más conocida es sin duda la "deconstrucción" que movilizó la literatura, las artes plásticas e incluso al psico-análisis. Derivada pero como principio de la deconstrucción están: la crítica al eurocentrismo y una honda y reflexionada desconfianza al etnocentrismo de las cuales indicó, pueden surgir los más terribles actos contra la humanidad.

El hombre, el pensador Derrida, estaba atento a lo que hoy sobrevivimos. A propósito del 11 de septiembre que veía como una crisis de la política dijo: "arruinaron la vieja gramática geopolítica de Occidente", tenía razón. La crisis política está en que el Estado ya no está ligado a un territorio, las tecnologías de la información y las comunicaciones que le son vitales tampoco, por lo tanto ya no es posible pensar y afrontar lo que antes llamabamos política como nuestros predecesores.

Una obra esencial, que marca una etapa es Spectres de Marx que comienza con
"Cualquiera, usted o yo, da un paso adelante y dice: quiero aprender finalmente a vivir".

¿Derrida aprendió por fin a vivir? Tal vez sí, quiero creer que así fue, me sabe bien esa esperanza y con gratitud lo afirmo mediante dos lecciones que él aplicó a su vida y que quiero aplicar a la mía:
  • La primera es estar en constante guerra contra uno mismo, más allá de las contraddicciones que puedan ocurrir en una vida humana, hay que estar en guerra con una tensión tal que nos haga vivir y morir.
  • Segunda, el núcleo de la existencia es la sobrevivencia, sobrevivimos con el único imperativo ético de ser felices. Se viven y se bendicen los momentos felices con humildad pues ellos revelan a la muerte por su existencia, su duración y porque terminaron. Decía lo que muchos antes que él, filosofar es apender a morir (y a vivir).
Sin duda lo extrañaremos de distintas formas, sus muy distintos interlocutores (críticos y seguidores, amigos y enemigos). Mucho nos deja este pensador único y original.

El mejor homenaje que le podemos hacer es leer, interpretar, reflexionar, criticar y aprender de su obra que bien valen París entero.

Ah... y también aprender finalmente a vivir...

JACQES DERRIDA
(15 de Julio 1930, 8 de Octubre de 2004)

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