sábado, abril 16, 2005

Pensamiento: Juan Pablo II y Star Wars

Juan Pablo II y Star Wars

Como siempre estoy entre dos extremos a veces desconocidos, ahora tengo el gusto de saber de qué se tratan y de que algo los une por distintos que puedan parecer y algo los contrapone por mucho que comulguen. Estos dos extremos son Juan Pablo II y Star Wars cuya relevancia en estos días ha crecido por obvias razones.

¿Quién podría unir y separar los mensajes de Juan Pablo II y Star Wars sino un trasnochado como yo?

Una de las cuestiones fundamentales en el pensamiento de Juan Pablo II es la cuestión del Mal y su lucha contra el Bien en una franja difusa cuyos límites se mueven constantemente. El Mal está presente en el núcleo mismo de la sociedad y de la conciencia colectiva, el Mal se hace posible cuando el hombre se reduce sólo a su función económica y pierde su calidad de hombre, la libertad de mercado es una libertad pobre si sólo se tiene esa. La degradación del hombre viene del temor, la explotación y el totalitarismo. Juan Pablo II denunció y advirtió de la inhumanidad del capitalismo, la economía de mercado por buena que nos parezca posee un ánimo práctico que no favorece la solidaridad humana, antes separa al ser humano, el mercado no posee rostro.

Hay en Star Wars sobre todo en la Trilogía Original un mensaje similar, no sólo por la lucha contra el lado obscuro de la fuerza, que nunca es clara sino constantemente peligrosa, sino principalente la lucha contra el Imperio, el estado totalitario, ligado a la máquina. El estado es esa máquina que busca sojuzgar y destruir a la humanidad en vez de servirla. Darth Vader como servidor de el Emperador juega una función estatal y un rol uniformador, pero este elegido que ha dicho "no" comprenderá o recordará que la humanidad proviene del corazón antes que de la máquina (que oculta o no posee un rostro). Recuperará su dignidad al volverse contra El emperador y destruirlo y en su redención final cuando Luke lo desenmascara recuperando algo de su humanidad.

Su punto de desacuerdo podría ser el del brutal comercialismo de Star Wars que se mueve entre el absurdo y la evocación mítica. Pero en todo caso podemos ejercer nuestra libertad de comprar o no los productos, tomando estas enseñanzas salidas del corazón del mito, que nunca nos vienen mal para comprender este mundo.

El mensaje, entonces, es claro, Juan Pablo II y Star Wars nos dicen a su modo: hay que ser humanistas antes que todo.

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