El rugido de los leones, el aullido de los lobos, la cólera del mar tempestuoso y la espada destructora son porciones de eternidad demasiado grandes para el ojo del hombre.
William Blake, El matrimonio del cielo y el infierno (1790)
SI EL TIEMPO ES LA SANGRE DE LOS VIVOS, LA ETERNIDAD ES LA SANGRE DE LOS MUERTOS. MARGUERITE YOURCENAR
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