viernes, junio 30, 2006

Ficción: La muerte de un relojero.

Ficción: Autobiografía: La muerte de un relojero.

La muerte de mi relojero ocurrió en 1933.
La vida implicaba entonces un balazo en la oreja si no desempeñaban bien tu oficio.
El balazo era en la oreja, es cierto, pero el oculista tampoco hizo bien su trabajo.

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