domingo, marzo 27, 2005

Poesía: Una lluvia entre otras.

Una lluvia entre otras.

Para P. A. B.

La construcción se alza sobre una ciudad impermeable a la tristeza,
que se inunda con los restos de una tormenta sola y callada
que no está afuera sino que le corre violenta por las venas.

Una alta columna de lluvia va de un cielo lento a una raíz inmensa.
La lluvia continúa como en el cine... sin terminar nunca.
Deseo de todo corazón que alguien alegre baile debajo de ella.

Aquí no hay materia luminosa que no llueva.
Aquí hay pequeñas lluvias en cada esquina.
¿Cómo evitar entonces la imagen de la melancolía
en este grandioso día de misericordia líquida?

Una lluvia entre otras naufraga en los ojos de Ella,
y el amor se pudre debajo de las hojas mojadas.

¿Desde dónde miras el último aguacero?
¿Con qué manos pequeñas lo tocas todo?
¿Cómo es que ardes en medio de la tormenta
si tu corazón no es de fuego, ni siente nada?

Va a llover todo el día y nadie se dará cuenta.

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